En una gabinete clínico, una de las normas mayoritarias que se deben cumplir son el orden y la limpieza.
Por ello es recomendable que en aquellos mobiliarios en los que vayamos a colocar un equipo informático, dispongan de un cajón adaptado al teclado.
De esta manera conseguimos que el teclado se mantenga limpio y no se produzcan derrames, limitando su exposición al ambiente.
Por otro lado, dispondremos de más espacio de trabajo cuando no lo estemos usando, ya que queda completamente oculto en el mueble.
El teclado va encastrado en su interior, de manera que no se desplaza involuntariamente y ocupa menos altura dentro del mismo.
También a su alrededor es necesario una alfombrilla que permita utilizar el ratón de manera cómoda. Es recomendable que sean tratadas con un barniz de protección extra que evite ralladuras y que además permitan su fácil limpieza.
Este tipo de cajones debe disponer de un mecanismo de bloqueo en su apertura, de manera que con un pequeño tirón el cajón quede frenado, y no se mueva mientras usamos el teclado. Si además la tapa es abatible, evitaremos daños y roces en las muñecas y trabajaremos más cómodos.
Con otro ligero empujón, desplazaremos el mecanismo de bloqueo y ya podremos cerrarlo de la manera habitual.